Mientras algunos siguen mirando por el retrovisor esperando que el fútbol femenino tropiece, La Tri Sub-17acaba de hacer lo impensado: clasificar al Mundial. Sí, leyeron bien. ¡Al Mundial! Y lo hizo sin escándalos, sin “ayuditas” y, lo más incómodo para algunos, jugando bien.
En la última fecha ante Paraguay, ya con el boleto en el bolsillo, podrían haberse tirado a dormir la siesta. Pero no: estas chicas salieron como si todavía estuvieran jugándose el pase. ¿Orgullo? ¿Sed de revancha? ¿O simplemente hambre de demostrar que en Ecuador también se juega fútbol con trenzas, pero con los tacos bien puestos?
La pregunta incómoda cae por su propio peso: ¿cuánto tiempo más vamos a seguir ignorando lo que están logrando? Mientras el fútbol masculino colecciona excusas y parches, ellas coleccionan resultados. Y no con flashes ni titulares regalados, sino a punta de talento, trabajo y esa dosis de rebeldía que incomoda a los que no soportan verlas crecer.
Hoy, La Tri femenina no solo clasificó al Mundial Sub-17. Hoy le puso presión a todo un sistema que lleva años subestimándolas. Así que, mientras algunos aún preguntan “¿quiénes son?”, ellas responden en la cancha: “Somos Ecuador, también”. Y van al Mundial. ¿Y tú, ya las viste jugar? ¿O sigues esperando que se equivoquen para recién prestarle atención?
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