
Hoy no se juega un partido.
Se juega un legado.
Portugal y España se enfrentan en la gran final de la UEFA Nations League con dos historias paralelas que se cruzan en la gloria.
Del lado luso, Cristiano Ronaldo, el eterno, el incansable, el que con 40 años todavía define torneos. Lo hizo ante Alemania. Lo puede volver a hacer hoy. Ya no corre como antes, pero sigue mandando como siempre. Es el alma de una selección que respira fútbol y cree en su líder. Del otro lado, España, una generación que ya no solo promete: resuelve.
Lo demostró en ese 5-4 de locura contra Francia, donde apareció un chico que ya no es promesa: Lamine Yamal. Golazos, asistencia, desequilibrio puro. Con 17 años ya juega como quien entiende la historia.
Hoy se juega un nuevo título europeo. Pero también, quizás, una página dorada del Balón de Oro. Si Lamine vuelve a brillar y España levanta el trofeo, ¿podemos seguir negando que es uno de los favoritos al galardón individual más importante?
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