Cuando el mediocampo de Chelsea se desmoronaba, Moisés Caicedo volvió a hacer la diferencia. Entró en el entretiempo y el equipo recuperó el control, la calma y el ritmo que había perdido sin él.
Romeo Lavia no logró cumplir su rol y la salida del equipo era un desastre. Pero con la entrada del ecuatoriano, los Blues se ordenaron, empezaron a circular con precisión y dominaron el segundo tiempo.
Los goles de Josh Acheampong (49’), Pedro Neto (52’) y Reece James (84’) sellaron una victoria sólida (3-0) sobre Nottingham Forest, donde Moi fue pieza clave para sostener el equilibrio y la presión alta del conjunto de Enzo Maresca.
Caicedo venía de una molestia física y no fue titular, pero su ingreso confirmó una vez más por qué es el termómetro del Chelsea. Sin él, el equipo se parte; con él, respira y fluye.
