Pervis Estupiñán no ha necesitado ni un mes para ganarse a la hinchada del AC Milan. Desde su llegada a Italia, el lateral ecuatoriano ha sido recibido como una estrella, y la escena más reciente lo muestra rodeado de aficionados rossoneros, firmando autógrafos y posando para fotos con una sonrisa que parecía decir: “ya estoy en casa”.
La conexión ha sido inmediata. El ex Brighton transmite cercanía en cada aparición pública, y eso en Milanello se valora casi tanto como un buen cierre defensivo. Ahora, el reto para Pervis es transformar ese cariño en rendimiento: ser un muro por la banda izquierda y consolidarse como uno de los hombres de confianza en la defensa de un equipo que exige historia y resultados.
San Siro ya lo adoptó. Falta que la Serie A lo vea brillar.