Fuente | Óscar Portilla
Tres personas muertas, entre ellas un niño. Varios heridos. Un accidente brutal en Aguaján que enluta al automovilismo ecuatoriano. ¿Y la respuesta? Un “día de luto” y luego… todo sigue igual. La Vuelta al Ecuador se reanudará en Loja, como si no hubiera pasado nada.
¿En serio? En 1994, el Gran Premio de San Marino no se suspendió tras la muerte de Ayrton Senna. La presión comercial y televisiva pudo más que el sentido común. Aquella decisión fue duramente criticada. En 2015, en el rally de Madeira, murieron espectadores por una curva mal asegurada: se canceló el evento completo. Allá, el respeto fue más importante que el cronograma.
Acá, no. Acá se declara un “día de luto” y se sigue con el itinerario. Mientras tanto, un piloto —Martín Navas— ha tenido la dignidad de renunciar a competir, a pesar de liderar la tabla. Lo hizo por respeto. Por solidaridad. Porque entendió que no todo puede seguir como si nada.
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