fuente | alejandro baque
Ecuador empató 0-0 con Brasil en un partido bravo, intenso, cargado de emociones… pero sin goles.
Sin Galíndez, sin gol, sin miedo.
Gonzalo Valle fue la gran revelación: entró por urgencia, respondió con jerarquía y demostró que el arco está en buenas manos. No se achicó. Nadie lo hizo. Sebastián Beccacece esta vez no improvisó.
Planteó con orden, sacrificio, y hasta se animó a jugarle de tú a tú a una Verdeamarela dirigida por Ancelotti. Por momentos, fuimos superiores.
Sí, no clasificamos todavía. Pero tampoco nos caímos.
El Mundial sigue cerca… pero ahora hay que ir a buscarlo en Lima. Nos toca Perú. Nos toca creer.