Fuente | Óscar Portilla
Sabemos que hoy no es un día fácil para el hincha de Liga. Algunos no durmieron, otros apenas pegaron un ojo. La ansiedad es inevitable, el corazón late más fuerte, y el conteo regresivo hasta el pitazo inicial se hace eterno.
Pero este no es un día cualquiera. Es día de semifinal de Copa Libertadores. Es el tipo de noche que separa a los grandes de los demás. Por eso, no hay espacio para las excusas. No importa quién no esté, quién se lesionó o quién llega al límite.
Los equipos grandes no lloran las bajas: las convierten en combustible. Transforman el dolor en coraje, el cansancio en orgullo. Sí, hay ausencias, sí, hay heridas, pero también hay una ventaja de tres goles, hay una camiseta que pesa en la historia, y hay once jugadores que esta noche representarán a todo un país.
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