Fuente | Oscar Portilla
Liga Deportiva Universitaria vive un presente competitivo: tercero en LigaPro, clasificado a octavos de Libertadores y con una plantilla que compite. Pero el éxito deportivo no es excusa para mirar a otro lado. El club no puede contratar por una deuda FIFA no resuelta, y eso refleja un problema estructural: mala gestión dirigencial. LDU, como muchos clubes, tiene deudas. La diferencia está en cómo se las maneja. Y hoy, la gestión parece más reactiva que proactiva. La institución necesita un golpe de timón, porque si lo deportivo va bien, lo dirigencial no puede convertirse en el verdadero rival de la ‘U’.
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