Fuente | Oscar Portilla
Liga Deportiva Universitaria ha rendido su examen más exigente desde la llegada de Tiago Nunes: enfrentar a un rival directo como Independiente del Valle, y aunque el rendimiento fue más que aceptable, el resultado no lo fue tanto.
Desde lo futbolístico, el equipo mostró presión alta, dinámica e intensidad, características propias de un LDU competitivo. El sistema táctico es claro, funcional, y evidencia el trabajo del cuerpo técnico. Pero, en lo práctico, hay una carencia que sigue pesando: la efectividad ofensiva y el ajuste en transiciones defensivas.
El empate ante IDV, aunque peleado hasta el último segundo, deja a LDU fuera del podio momentáneo: hoy es cuarto, a dos puntos del segundo lugar y tres del líder. En un torneo apretado, cada detalle cuenta, y cada punto perdido duele. LDU necesita refuerzos. Al menos dos o tres nombres de peso que le den soluciones reales, no solo promesas. La sanción FIFA aún impide inscribir jugadores, pero el tiempo apremia y la paciencia se agota.
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