Fuente | Óscar Portilla

Lo de Liga Deportiva Universitaria en la Copa Libertadores no es casualidad. Es herencia, es ADN. Es historia escrita a pulso desde hace décadas. En Quito lo saben: este equipo se transforma en el torneo continental porque fue forjado para estas batallas.

Tiago Nunes lo dejó claro en rueda de prensa: las cinco copas no se borran, forman parte del ADN albo. Y ese ADN se explica en nombres que marcaron época. Telmo Ponce y José Gómez Nogueira en 1969, Leonel Montoya y Raúl Vaca en los 70, el gigante Rodrigo Paz, quien dio a Liga su rumbo definitivo en el continente.

Después llegó un técnico que cambió la piel del club: Jorge Fossati. Con él nació la bravura copera, el “a nosotros nos pegan, pero también respondemos”. Luego, la consagración con el enorme Edgardo Bauza, el hombre de las gestas eternas. Más adelante, Pablo Repetto reafirmó la jerarquía y hoy, con Tiago Nunes, esa llama vuelve a encenderse.

0 Se el primero en dar me gusta..

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *