Luis Enrique no se anda con rodeos ni protocolos. A nueve meses de haber llegado al PSG, Willian Pacho ya no es promesa: es piedra angular. En la rueda de prensa previa a la Copa de Francia, el técnico español le echó flores al zaguero ecuatoriano con la naturalidad de quien habla de un veterano consagrado. ¿Edad? ¿Adaptación? ¿Jerarquía? Palabras menores para un entrenador que ha encontrado en Pacho a su defensor ideal.
“Irreemplazable”, lo insinuó sin pestañear. Y sí, puede que tenga solo 23 años y menos de una temporada en París, pero según Luis Enrique, lo de Pacho es de otro nivel. A este ritmo, no nos sorprenda que pronto le entreguen las llaves del Parque de los Príncipes y un busto en la entrada. La ironía, claro, no borra lo evidente: el chico juega. Y mucho. Pero en un club que suele prender fuego a sus fichajes antes de aprenderse sus nombres, el caso Pacho suena tan extraordinario como provocador. ¿El PSG encontró al central de su década o simplemente otro capricho pasajero? El tiempo lo dirá. Luis Enrique, por ahora, ya eligió a su favorito.
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