Fuente | Óscar Portilla

Octubre llega y, con él, el desafío más grande de Liga Deportiva Universitaria en los últimos años. El equipo de Tiago Nunes superó con autoridad a São Paulo y ya está en semifinales de la Copa Libertadores, pero la realidad es clara: con la plantilla actual, competir en tres frentes parece una misión imposible.

Liga enfrenta un calendario feroz:

  • Copa Ecuador, donde no hay margen de error.
  • LigaPro, con rivales directos por la clasificación a torneos internacionales.
  • Y, sobre todo, la semifinal de Libertadores ante Palmeiras, un equipo diseñado para ganar, con profundidad, jerarquía y experiencia.

El plantel albo, en cambio, luce corto y desgastado. Los jugadores han rendido por encima de lo esperado y el técnico ha maximizado recursos. Pero la pregunta es inevitable: ¿la dirigencia estará a la altura? ¿Seguirá cómoda en la idea de no invertir para no endeudar al club?

El tiempo corre: un refuerzo que llegue ahora aún tendría margen de adaptación antes del cruce con Palmeiras. Y no se trata solo de este año, también del próximo: asegurar un cupo directo a la fase de grupos de la Libertadores 2026 exige una plantilla competitiva.

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