Fuente | Sebastián Portilla
¿Qué cambió realmente en Barcelona? La pregunta retumba tras la goleada demoledora sobre Mushuc Runa en Riobamba. El mismo equipo que no encontraba el rumbo, que acumulaba apenas un punto en cuatro fechas, de repente arrolló 5-0 y se trepó al segundo lugar de la tabla, a solo un punto de Independiente del Valle.
La salida de Segundo Alejandro Castillo fue inevitable. Pese a los respaldos públicos de la dirigencia, el discurso no alcanzó para sostener los números. Y apenas tomó las riendas Pablo Trobbiani como DT interino, el equipo reaccionó, goleó, gustó y convenció. ¿Casualidad? ¿O el plantel necesitaba un cambio de timón con urgencia? Desde un palco, Ismael Rescalvo —el nuevo técnico— observó todo. Vio intensidad, vio goles, vio fútbol. Pero también sabe que una golondrina no hace verano.
Barcelona está de vuelta… por ahora. La incógnita es si este impulso es el inicio de su renacer o un espejismo fugaz, nacido solo del cambio emocional tras la salida del ‘Mortero’.
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