Fuente | Alejandro Baque
El fútbol escribe ironías que parecen guionadas. El 20 de agosto de 2023, Moisés Caicedo debutaba con el Chelsea en el mismo estadio, contra el mismo rival, el West Ham… y fue un desastre: cometió penal, salió señalado, el inicio de un camino cuesta arriba.
Dos años (y dos días) después, el destino le devolvió la jugada: 100 partidos después, “Niño Moi” marcó un gol en el 5-1 del Chelsea. De villano a referente, de promesa a figura del mediocampo “blue”. Así se escribe la grandeza.
Mientras en París, Willian Pacho construye otra historia: menos estruendosa, pero igual de gigante. Titular indiscutible en el PSG, fue el muro en la victoria 1-0 sobre Angers. Noventa minutos de orden, firmeza y temple. No marca goles, no aparece en portadas, pero sostiene el equipo desde atrás.
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